domingo, 24 de junio de 2012

HISTORIA DE CATAMARCA

Catamarca es una voz quichua que significa fortaleza en la falda, aludiendo al emplazamiento geográfico de la ciudad. Cata: es falda o ladera. Marca: es fortaleza o castillo de la frontera.  
El Imperio Inca irrumpe en nuestro territorio en el siglo XV, no sabemos con exactitud la fecha.
El Estado Incaico ocupó el territorio del Oeste catamarqueño y riojano, estableciendo en Catamarca el fabuloso Pucará de Aconquija, una de las fortalezas más grandes de la frontera Sur del Imperio.
Para formar el Collasuyu, el imperio debió crear una serie de entidades administrativas que actualmente se conocen como provincias. Por ejemplo, para nuestro noroeste, la provincia de Chicoana cubría un área que iba desde Bolivia hasta el sur del asentamiento inca de Chicoana (La Paya), que fue la cabecera o capital incaica de esta provincia.
Comprendía el piso de puna y la parte septentrional del valle Calchaquí. Hacia el sur se ubicaba la provincia de Quire-Quire, que se extendía por el resto del valle Calchaquí, todo el valle de Santa María y los valles de Andalgalá, Hualfín y Abaucán (Catamarca).
El área valletano -serrana central comprende un conjunto de valles y quebradas situadas entre los 1500 y 3000 metros sobre el nivel del mar, que se desarrollan en las provincias de Catamarca, La Rioja, norte de San Juan, oeste de Tucumán y el oeste de Salta.
Los diaguitas que habitaban Catamarca hablaban el kakä, kakán o kacano, idioma muy difícil de pronunciar por su fonética gutural en extremo, esta lengua ha sido completamente extinguida.
Según el Padre Antonio Larrouy -a fines del siglo XVII- los indios se comunicaban a través de la lengua quichua, que era la propia lengua de los indígenas del Perú, la cual fue importada por los conquistadores españoles y en especial por los misioneros.
La mayor parte de los antiguos cronistas españoles y también de los actuales arqueólogos considera que la razón principal para la conquista del Collasuyu fue la existencia de oro, plata, cobre, plomo, piedras semi-preciosas e incluso sal, razones que empujaron tanto a los Incas como a los españoles en su afán de dominio de la región. 
Colonización
Los españoles arribaron al territorio actualmente catamarqueño hacia 1536 con la expedición de Diego de Almagro (El Viejo) quien tras recorrer los Valles Calchaquíes se dirigió rumbo a Chile a través del Paso de San Francisco.
La primera fundación española en territorio catamarqueño fue la de San Pedro Mártir realizada en 1554 por Francisco de Aguirre en el valle de Conando, pero no perduró.
La gobernación de Chile se extendía cien leguas hacia el este de la cordillera de Los Andes, abarcando una extensa parte de la actual provincia de Catamarca. En esa zona, por mandato del gobernador de Chile García de Mendoza en el 1558, el capitán Juan Pérez de Zurita fundó Londres de la Nueva Inglaterra, en el valle de Quimivil (departamento Belén), nombre puesto en honor a la esposa inglesa del rey Felipe II, María Tudor.
El poblado fue trasladado en 1561 al valle de Conando (departamento Andalgalá), con el nombre de ciudad Villagra, pero debió ser abandonada al año siguiente por una rebelión de los diaguitas.
En 1563 se creó la gobernación del Tucumán dependiente de la Real Audiencia de Charcas en materia judicial y del virreinato del Perú en asuntos de gobierno, incorporando el actual territorio catamarqueño.
Una nueva fundación fue realizada en 1607, a orillas del río Belén por el teniente de gobernador de La Rioja Gaspar Doncel, por orden del gobernador del Tucumán Alonso de Ribera con el nombre de San Juan Bautista de la Ribera en el sitio de la actual ciudad de Belén.
En 1612, nuevamente fue trasladada la ciudad cerca de su actual emplazamiento a orillas del río Quimivil, por disposición del gobernador Luis de Quiñones Osorio, llamándola San Juan Bautista de la Paz.
Después del gran alzamiento calchaquí de 1630, la ciudad debió ser refundada por el general Jerónimo Luis de Cabrera en 1633, en el paraje de Pomán, por mandato del gobernador Felipe de Albornoz, denominándola San Juan Bautista de la Rivera.
El gobernador Fernando Mendoza Mate de Luna trasladó la ciudad al valle de Catamarca, por mandato real, el 5 de julio de 1683 dándole el nombre de San Fernando del Valle de Catamarca.
Al subdividirse administrativamente el virreinato del Río de la Plata, conforme a la Real Ordenanza de Intendentes del 28 de enero de 1782, Catamarca quedó ubicada dentro de la Gobernación Intendencia de San Miguel de Tucumán. La Real Cédula del 5 de agosto de 1783, suprimió la Gobernación Intendencia del Tucumán, con lo cual Catamarca junto con Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, Salta y Puna, pasó a integrar la nueva Gobernación Intendencia de Salta del Tucumán, con sede gubernativa en Salta (a partir de 1792).
Acaecida la Revolución de Mayo del 25 de Mayo de 1810 Catamarca adhirió inmediatamente a ella, eligiendo su Cabildo como representante para la Junta Grande a su Comandante de Armas don Francisco de Acuña. Rechazado el diploma de Acuña por las autoridades revolucionarias dada su condición de español, fue elegido el criollo José Antonio Olmos de Aguilera que se incorporó a la Junta.
Hasta 1821, los territorios de Tucumán y Catamarca permanecieron unidos. Hasta que el 25 de agosto de dicho año, Nicolás Avellaneda y Tula, quien presidía los destinos de Catamarca a nombre de la República de Tucumán, convocó en la Casa Municipal a lo más selecto de la sociedad catamarqueña. Fue entonces cuando declaró, solemnemente, que Catamarca y su territorio eran tan libres como todos los demás pueblos constituidos en provincias. Así se disolvió la dependencia con la República de Tucumán, y se eligió como primer gobernador a Nicolás Avellaneda y Tula.
Catamarca aportó a la gesta de la Independencia, con hombres, pertrechos y víveres, y a su organización Nacional con las palabras del "Orador de la Constitución" Fray Mamerto Esquiú en su célebre sermón, "Laetamur de gloria vestra" (nos alegramos de vuestra alegría), palabras moderadoras y sensatas que convocaban a los espíritus a la paz y el orden.
La noticia de la Revolución de Mayo llegó a Catamarca un mes más tarde. Abocándose a las instrucciones recibidas, a través de las circulares de la Primera Junta, el Cabildo tomó las medidas conducentes a la elección de un diputado catamarqueño. Hubo un intento de continuidad del viejo régimen gestado por el subintendente Francisco de Acuña, quien se hizo elegir para aquella función en el Cabildo Abierto reunido al efecto. Pero su persona no reunía las cualidades requeridas.
Fue preciso convocar un nuevo Cabildo Abierto, que consagró el nombre de José Antonio de Aguilera, nativo del lugar. El Cabildo, al comunicar a la Junta la designación del nombrado, destaca su idoneidad, ilustración y méritos adquiridos en servicio a la patria.
Un contingente de catamarqueños a las órdenes de Bernardino Ahumada y Barros participó en la batalla de Tucumán, recogiendo también los laureles del triunfo decisivo para la causa de Mayo. Belgrano le había dicho al mencionado jefe: "Si los hijos de Catamarca quieren cubrirse de gloria y dar laureles a su provincia que vengan a unirse a los jujeños, salteños, tucumanos y santiagueños".
Gloria legítima de un pueblo, es asociarse a las grandes definiciones.  Cuando el Director Supremo convocó a las provincias para reunirse en Tucumán en un Congreso General Constituyente, Catamarca dio mandato al Presbítero Doctor Manuel Antonio de Azevedo y a Don José Antonio Olmos de Aguilera, quien por impedimento de salud, traspasó su poder al Presbítero José Eusebio Colombres.
Después de Caseros, un grupo de gobernantes patriotas le dieron a Catamarca estabilidad y progreso.  
Pedro Segura, que hace jurar la Constitución sancionada en Santa Fe; Sinforeano Lascano, que promulga la primera Constitución de la Provincia; el General Octaviano Navarro, en cuyo gobierno se introduce la imprenta en Catamarca y Samuel Molina, que inaugura la actual Casa de Gobierno en 1859.
Una etapa de progreso institucional y cultural, como de paz y concordia, se quebró después de la batalla de Pavón. Entre 1862 y 1868 se extiende un período sumamente turbulento (llamado "la noche de los siete años") en el que sin interrupción, se suceden las asonadas, la destitución y reposición de gobernadores, las intervenciones, las luchas armadas, y otras vicisitudes cívicas que mantienen a Catamarca en permanente zozobra.
Aún sobreviven viviendas con techos rojos de construcción coloniales, con amplios portales y patios de sol, que rememoran la etapa fundacional. Es una ciudad turística tradicionalista de importante comercio y activa vida cultural.
Las actividades productivas principales son la agricultura intensiva y la minería. Para la agricultura se han aprovechado los espacios intermontanos, tales como los bolsones y valles.

sábado, 23 de junio de 2012

CREACION DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA

Desde 1630 en adelante, ya existían en la extensa región del Antiguo Tucumán, cuatro ciudades cuyas delimitaciones denominaban el Valle de Catamarca disfrutando de sus respectivas jurisdicciones. Eran las históricas ciudades de Santiago del Estero, fundada por Francisco de Aguirre en el 1553, a orillas del Río Dulce; San Miguel de Tucumán, que la fundó en 1565 Diego Villarroel; Todos los Santos de la Nueva Rioja que la fundó en el año 1591 el Virrey Juan Ramírez de Velazco; y San Juan de la Rivera de Londres que, por más conocida sólo diremos que su fundación databa de 1607, fecha en que el Obispo Trejo, fundaba también el Curato de Londres que abarcaba 60 mil kilómetros cuadrados en que se extendían los actuales departamentos de Santa María, Belén, Andalgalá, Pomán y Tinogasta en cuanto a jurisdicción eclesial parroquial. Esta última ciudad, en la jurisdicción política catamarqueña actual, no progresaba mucho; mientras tanto, en la región denominada "Las Chacras" tenía vida pujante y progresaba a ojos vista una nueva población. Allí había sido trasladada, como se vio, la Imagen encontrada en una gruta de los cerrillos choyanos.
Con el correr de los años, la Ciudad de San Juan Bautista de la Rivera de Londres, nacida poco menos que moribunda en los pedregales del actual Pomán, vino a mostrarse ridícula con aquel pomposo título. En tanto la Población del Valle crecía a la sombra de su ya segunda Iglesia Santuario en honor a la venerada Imagen de Nuestra Señora del Valle.
Por: Pbro. Alberto S. Miranda          

CIUDADES
Con respecto al título de ciudad, para mayor claridad conviene transcribir, lo que en documentos investigados sobre el tema se explica: "Ciudades, se llaman hoy en día a las poblaciones considerables por el número de habitantes; pero en la época colonial, el vocablo ciudad significaba principalmente Capital de Jurisdicción y desde el mismo día de su fundación, aun antes de que tuviera casa alguna, desde el momento en que el fundador declaraba que en tal asiento fundaba la ciudad, allí existía ésta, porque tal era el asiento legal de sus autoridades, la ciudad era por consiguiente anterior a la población efectiva, al caserío ... ".
El fundador delimitaba al mismo tiempo los límites de la nueva jurisdicción, es decir creaba la nueva provincia cuya capital acababa de fundar. En el centro de la Plaza (lo que había de ser la plaza) se colocaba el rollo o árbol de justicia, que era una columna o palo en que habían de ser ejecutado los criminales; y que constituía el símbolo permanente de la jurisdicción de la ciudad "porque sólo en las capitales podría ser aplicada (y cumplida) la pena de muerte".
Ya se dijo como aquella ciudad de Londres languidecía, pero el fin, al parece estaba próximo, por la fundación de la actual ciudad de Belén, llevada a cabo por el Cura de la misma jurisdicción eclesial del hasta entonces Curato de Londres, Maestro Don Bartolomé de Olmos y Aguilera, "en 1678 el Gobernador Garro le concedió la merced de tierras, reunió algunos pobladores, pobres vergonzantes los más, les asignó un pequeño lote y así formó una población que delineó al estilo acostumbrado y a la que dotó de iglesia dedicada a Nuestra Señora de Belén."
Si la ya floreciente población del Valle, hubiera estado en la jurisdicción de Londres, habría sido fácil mudar a allá el título de ciudad capital, pero no lo estaba, y para la nueva jurisdicción se debía quitar a Tucumán su más valioso distrito, desmembrar también parte del territorio de Santiago del Estero y La Rioja. Sin embargo, por Cédula Real del 16 de agosto de 1679, fue creada la provincia de Catamarca. Por entonces las noticias no marchaban muy rápido; y así, recién en 1681 fue conocida la decisión en estas tierras.
Aún pasaron más o menos dos años y en los días 21 o 22 de junio de 1683, luego de cumplirse diversas formalidades que hacían al caso; incluso votaciones y cambio de ideas para la elección del lugar donde habría de asentarse la nueva Capital, surgió al fin la PROVINCIA DE CATAMARCA, con el bautismo de su capital ideal: CUIDAD DE SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA.
Se dice capital ideal, porque aun faltaba fijar definitivamente su asiento. Lo que ocurrió el 5 de julio de ese mismo año, cuando se puso el rollo o árbol de justicia, determinándose que tuviera 9 cuadras de largo y ancho..., etc.

viernes, 22 de junio de 2012

Provincia de Catamarca

Catamarca es una de las 23 provincias que componen a la República Argentina, situada en la Región del Norte Grande Argentino subregión Noroeste Argentino, limita al Norte con la provincia de Salta, al noreste con Tucumán, al este con Santiago del Estero, al suroeste con La Rioja, al Sur con Córdoba y al Oeste con Chile. Su población es de 367.820 según el censo nacional 2010, una densidad de 3,58 habitantes por km², lo que la coloca en el puesto Nº 20 de las más pobladas de Argentina. Y una superficie de 102.602 km², lo que la coloca en el puesto Nº 11 de las provincias más extensas

Estuvo poblada por indígenas por varios milenios hasta la intervención de los conquistadores españoles a mediados del siglo XVII. Desde entonces ha recibido inmigración sobre todo española aunque esta población no hay sido superior a la población originaria y de esta mezcla es la actual población de la provincia

Su economía es una de las más diversificadas del país, colocada en el puesto 11° de las provincias con desarrollo humano más alto. Se dedica fundamentalmente en la minería, la industria, el comercio, turismo, la ganadería y la horticultura.

jueves, 21 de junio de 2012

Turismo tradicional


Erigida en un pintoresco paisaje serrano, en el centro de la provincia de Catamarca y a la vera del río que repite su nombre, Belén seduce al turismo desde su territorio, cubierto en gran parte por cordones montañosos, y conformado por profundas y magníficas quebradas.
En sus valles fértiles se cultiva la nuez, la uva y el anís, mientras su fauna se constituye preponderantemente por vicuñas y llamas. No obstante, si es necesario destacar un atractivo, debe reconocerse la importancia de las artesanías, principalmente del tejido que le concede a todo el departamento la categoría de “Cuna del Poncho”.
También sobresalen las bodegas de vinos regionales que invitan a deleitarse con sus sabores, y la explotación minera de Farallón Negro, desde donde se extrae oro y plata como minerales de mayor importancia; sin dejar de ser significativa, dentro de la producción general, la elaboración artesanal de dulces bajo la conservación de antiquísimas recetas.
Monumentos históricos, museos, antiguas iglesias, yacimientos arqueológicos, festividades folklóricas, las Ruinas de El Shincal, conforman en parte la cautivante cartelera turística de Belén, a la cual se suman con sus atractivos pequeños poblados de los alrededores y baños termales recomendados para diversas afecciones

Turismo Histórico


Saliendo desde la capital hacia el norte la ruta provincial Nro. 1, se fusiona luego con la ruta provincial 46.
Toda esta zona fue poblada por aborígenes diaguitas, sumamente aguerridos, que intentaron por todos los medios de detener en el siglo XVI el avance hacia el oeste de los conquistadores españoles.
En sus orígenes fue un fuerte que cumplió la función de salvar estas tierras del avance de las tribus del lugar. La ciudad cuenta con un damero muy regular, una plaza principal alrededor de la cual se desarrollan los edificios más destacados que son la iglesia y el Museo Arqueológico Provincial donde se exhiben importantes piezas de los distintos grupos culturales de la provincia. Toda la región constituye importantes oasis donde se realizan cultivos de olivos y nogales.
A tan sólo 4 kilómetros de Andalgalá se encuentra un ejemplo de institución muy antigua de la época de la colonia española, y es la propiedad que constituyó el Mayorazgo de Huasán. Se trata de una inmensa hacienda dedicada a la agricultura y ganadería que tuvo sus orígenes en una de las primeras encomiendas (grupos de nativos que pasaban a trabajar con el colono poseedor de las tierras, a cambio de casa y comida) de los aborígenes llamados huasanes que ocuparon todo este territorio, la propiedad fue pasando de generación en generación bajo el designio marcado por el mayorazgo (sólo heredaba el hijo mayor). Este legado perduró hasta fines del siglo XIX, en que la misma fue vendida a unos terratenientes ingleses.
En el predio correspondiente a esta hacienda se han hecho importantes descubrimientos arqueológicos que fueron entregados al Museo Arqueológico de la Plata.
Muy cerca de esta hacienda se localiza la fábrica de dulces de Chaquiago, donde se pueden adquirir las variedades más exquisitas de dulce de frutas autóctonas, destacándose el espectacular dulce de cayote, higo, membrillo y otros.
Saliendo desde la capital hacia el norte la ruta provincial Nro. 1, se fusiona luego con la ruta provincial 46.
Toda esta zona fue poblada por aborígenes diaguitas, sumamente aguerridos, que intentaron por todos los medios de detener en el siglo XVI el avance hacia el oeste de los conquistadores españoles.
En sus orígenes fue un fuerte que cumplió la función de salvar estas tierras del avance de las tribus del lugar.
La ciudad cuenta con un damero muy regular, una plaza principal alrededor de la cual se desarrollan los edificios más destacados que son la iglesia y el Museo Arqueológico Provincial donde se exhiben importantes piezas de los distintos grupos culturales de la provincia.
Toda la región constituye importantes oasis donde se realizan cultivos de olivos y nogales.
A tan sólo 4 kilómetros de Andalgalá se encuentra un ejemplo de institución muy antigua de la época de la colonia española, y es la propiedad que constituyó el Mayorazgo de Huasán. Se trata de una inmensa hacienda dedicada a la agricultura y ganadería que tuvo sus orígenes en una de las primeras encomiendas (grupos de nativos que pasaban a trabajar con el colono poseedor de las tierras, a cambio de casa y comida) de los aborígenes llamados huasanes que ocuparon todo este territorio, la propiedad fue pasando de generación en generación bajo el designio marcado por el mayorazgo (sólo heredaba el hijo mayor). Este legado perduró hasta fines del siglo XIX, en que la misma fue vendida a unos terratenientes ingleses.
En el predio correspondiente a esta hacienda se han hecho importantes descubrimientos arqueológicos que fueron entregados al Museo Arqueológico de la Plata.
Muy cerca de esta hacienda se localiza la fábrica de dulces de Chaquiago, donde se pueden adquirir las variedades más exquisitas de dulce de frutas autóctonas, destacándose el espectacular dulce de cayote, higo, membrillo y otros.

miércoles, 20 de junio de 2012

Londres sin el Big Ben

Entrando en Catamarca por la Ruta 40 se accede a un bello poblado rodeado de montañas llamado Londres. A pesar de ser el segundo pueblo más antiguo de Argentina después de Santiago de Estero, se mantiene en excelente estado. La persona que me acerca hasta el Londres después de estar haciendo dedo un par de horas en Andolucas, me advierte que tenga cuidado, hace un mes en Londres tuvo lugar el asesinato de un mochilero oriundo del sur argentino a manos de unos lugareños.



En Londres se encuentran las Ruinas de Shincal, lugar que visité afortunadamente en luna llena, justo para apreciarlas en todo su esplendor y disfrutar de su mística.
Hospedado en La Salamanca, hostería donde conocí a Mariano y Teté, que tan bien me atendieron y me hicieron sentir como en mi casa ( Ah! cierto! ya no tengo casa...), pasé unos días de relax en donde pude recorrer el pueblo con tranquilidad y de regalo de despedida fui a una peña folklórica inundada por empanadas y vino.

Un tesoro inca entre los cerros

Cerca de la localidad Londres las ruinas del Shincale, son un magnífico testimonio de la cultura precolombina.

En este Londres no hay niebla ni llovizna persistente, sino un sol que calienta la tierra hasta cuartearla, y cerros de vegetación achaparrada y cactos. Es que el Londres en cuestión no está en Inglaterra sino en la provincia de Catamarca, más exactamente de Belén.

Esta Londres catamarqueña no sólo se conoce por ser la segunda ciudad más antigua del país fundada  en 1558- , por su particular doble núcleo urbano-“el de arriba” y “el de abajo”, cada uno con su plaza-, por la bella Iglesia de Inmaculada Concepción y por la Fiesta  sólo seis Provincial de la Nuez, que se hace cada febrero, sino también porque muy cerca, a sólo seis Km, se encuentran las ruinas del Shincal de Quilmes, los restos de una ciudad precolombina que siglos atrás, supo ser una capital del Tawantinsuyo, el gran imperio incaico que se extendió desde el sur de Colombia hasta Mendoza, siguiendo la Cordillera de los Andes.


LOS PAGOS DE JUAN CHELEMIN

Las ruinas del Shincal fueron estudiadas en detalle, especialmente por él a tipo de Dr. Rodolfo Raffino, del Museo  de Ciencias Naturales de La Plata. Y ese estudio sirvió, entre otras cosas, para comprender mejor el uso que se le daba a tipo de edificio en las ciudades incaicacas, que desde Cusco o Machu Picchu hasta el más pequeño asentamiento, eran construidas de manera similar.
Los restos de Shinccal se extienden en 21  hectáreas y, en sus buenos tiempos, se cree que la ciudad llegó a albergar a entre 600 y 800 pobladores, que vivían su día a día entre un centenar de edificaciones, desde depósitos-kollkas y tampus-, viviendas de pircas del tipo Kallanka y pabellones rectangulares que parecen haber servido como habitaciones comunales y fábricas.
Hoy poco queda de la original plaza de armas (o plaza central), pero sí se sabe que tenía su ushnu (edificio de piedra fundamental en la arquitectura inca, que sirvió como administrativo, tribunal de justicia, oráculo y centro ceremonial, entre otras funciones). En esa plaza fue descuartizado el cacique Juan Chelemin luego de ser derrotado en uno de los alzamientos calchaquíes.


UN OASIS PARA VIAJEROS
El Shincal no era una ciudad grande, más bien un centro administrativo en el que convergían varios caminos, y que actuaban como nudo vial, un oasis para los viajeros en el extenso Camino del Inca. Porque, como cada pueblo del imperio, se conectaba con otros centros urbanos a través de esos caminos emparedados construidos por los incas, por los que se podía llegar a La Quiaca, a Chile a Machu Picchu, e incluso a Colombia. Se calcula que esta red llegó a tener nada menos que 25.000 Kilómetros de caminos, entre 25.000 y 2.900 de los cuales están en la Argentina
Y justamente un de los más interesantes hallazgos de Shincal es un importante tramo de camino inca de muy buena calidad arquictónica. Un  cívicas y religiosas los galpones para los soldados, las colinas amuralladas, las escalinatas de piedra, las atalayas los corrales. 
La ciudad cayó en desgracia a partir de 1536, a sólo 66 años del ingreso de los incas a la Argentina y al poco de la llegada a la zona de Diego Almagro y sus soldados. Hoy, las ruinase y el centro de interpretación reconstruyen buena  parte de aquella fascinante historia

El Peñón

Pintoresco caserío de adobe erigido en medio de un pequeño oasis arbolado, altamente contrastante con la aridez típica de este territorio, El Peñón aparece como la segunda población de importancia en el Departamento de Antofagasta de la Sierra.

Ubicado a 3500 metros sobre el nivel del mar, constituye el punto de partida hacia apasionantes excursiones como la que conduce hacia el Volcán Galán y el Salar del Hombre Muerto por camino de huella.

En El Peñón el turista encontrará cómodos alojamientos y lugares donde deleitarse con los sabores regionales. También residen allí guías y baqueanos conocedores de las tierras y capaces de hacer del paseo una verdadera aventura.

Turismo en San Fernando del Valle de Catamarca

Paisajes contrastantes enmarcan la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, situada al noroeste de la Argentina, a orillas del Río del Valle, y enclavada entre las Sierras de Ambato y Ancasti. Esta “fortaleza en la falda”, como indica la voz quechua Catamarca, conserva parte de su arquitectura colonial casi como símbolo de la vida tranquila de los lugareños, y del respeto por el pasado que allí impera.

Centro turístico y comercial de la provincia, San Fernando recibe con su hospitalidad característica a cientos de visitantes que lo eligen como destino para disfrutar de sus variadas bellezas naturales. Presenta, además, una intensa vida cultural que se manifiesta específicamente en instituciones y museos, pero que puede sentirse a cada paso por las calles de la ciudad y sus alrededores.

Los amantes de las excursiones encontrarán el paraíso en San Fernando del Valle de Catamarca, su territorio de altura y sus lagunas. Deportes de montaña, recorridos en camionetas 4x4, clásicas cabalgatas, son sólo algunas de las actividades que pueden desarrollarse mientras se admira la hermosura paisajística propia del lugar.

El itinerario citadino no puede excluir la visita a la Plaza 25 de Mayo ni la admiración del estilo neoclásico de la Catedral; los museos de Bellas Artes, del Deporte, Arqueológico, y Artesanal también constituyen paradas inevitables en este recorrido catamarqueño. Cuestas y Quebradas magnifican la obra de la naturaleza en San Fernando haciendo de este un área turística de variadas opciones.

Cercano a villas de veraneo, en las cuales se puede disfrutar del agua y el aire puro, este poblado de Catamarca no tiene época de vencimiento. Durante el invierno, cuando la temperatura baja considerablemente, se convierte en sede de la Fiesta Nacional del Poncho, donde atractivas exposiciones de tejidos se llevan los elogios de todas las bocas presentes.

San Fernando del Valle de Catamarca es un destino tan válido como los metales que aún se conservan en las minas asentadas en su territorio. Un territorio agraciado por la naturaleza y acariciado por la hospitalidad de sus habitantes.










Salar de Antofalla


El salar de Antofalla es un gran salar o desierto de sal que se encuentra en la provincia de Catamarca, departamento Antofagasta de la Sierra (República Argentina). Alcanza una altitud media de 3900 msnm y se extiende por una cubeta alargada en dirección sur-suroeste a nor-noreste. Tiene una forma muy estrecha y alargada, tan largo como la provincia de Catamarca. Tiene una longitud de más de 150 kilómetros y su superficie es de 970 km². Se encuentra en la puna de Atacama. -25.7333333, -67.75 Está dominado en el oeste por el imponente volcán Antofalla, activo (6409 m) con su cumbre nevada, que forma un macizo con sus vecinos como el Conito de Antofalla (5583 m), el cerro de la Aguada, el volcán Lila (5752 m), el cerro Cajeros (5725 m) y el cerro Botijuela.

Con la excepción de la pequeña localidad de Antofalla, situada al este del macizo, cerca del salar, la región está prácticamente deshabitada. Esta es una de las regiones más aisladas del país y carece por completo de carretera. Es un espacio muy árido, sin vegetación ni agua. Está al norte de Antofagasta de la Sierra. Es una de las Áreas de Reserva Geológico Mineras definidas en Catamarca, con una superficie de 40 580 hectáreas, con la posibilidad de explotar boratos y salmueras de tipo clorurado sódico, portadoras de litio y potasio.

El salar de Antofalla posee en pleno centro tres pequeñas lagunas llamadas Ojos del Campo interconectadas, pero con la diferencia de que cada una es de un color: la primera es azul, la segunda negra y la tercera naranja


martes, 19 de junio de 2012

Industria, Comercio y Actividad Agropecuaria



La actividad industrial en Catamarca es diversificada. La actividad manufacturera se desarrolló en la década de 1980 y se debió a la radicación de inversiones industriales beneficiadas por la legislación promocional.


 Textil y Calzado:

 El sector textil comprende alrededor de media docena de firmas, distribuidas en dos polos. El más grande, por el nivel de producción y ocupación se localiza en Sumalao. El otro está en el parque industrial de la ciudad capital. El sector se compone de empresas que producen hilados y tejidos, y otras, productoras de confecciones, prácticamente en su totalidad orientadas al mercado interno. La provincia cuenta también con una planta productora que manufactura calzado, cuyo destino actual es principalmente el mercado interno. En años anteriores el sector tuvo saldos exportables que se dirigieron fundamentalmente a los países del MERCOSUR. Para algunas grandes empresas del sector los últimos años fueron críticos. Pero luego de la devaluación se presenta un horizonte positivo. Para el resto del sector hay también expectativas favorables; la principal dificultad estriba en la falta de financiamiento de capital de trabajo.

 Industria artesanal:

 Las fibras de llama y oveja Merino, que provienen de la puna catamarqueña, son tratadas y procesadas por artesanas mediante técnicas de desmotado, hilado, torcido y urdido en telar rústico, y tejido a dos agujas. Las prendas hechas con estas fibras constituyen un excelente abrigo, incluso ante temperaturas muy bajas. con ellas se confeccionan pulóvers, guantes, gorras, chalecos, medias, frazadas y telas en colores naturales: marrón, blanco, negro o gris. Actualmente, pequeñas comunidades dedicadas desde siempre a la industria artesanal de la fibra de llama reciben capacitación especial. Como primera medida, se incorporaron nuevas técnicas de tratamiento previo de la fibra para lograr suavidad, calidad y perfume agradable en las prendas. El objetivo es incrementar la calidad y la cantidad del producto, adecuándolo a las exigencias de los mercados interesados en su compra.

 Alfombras:

 Son reconocidas en el país y en el mundo por su calidad. Expertas artesanas producen manualmente tapices, bajadas de cama y alfombras en telares verticales, en diversos estilos: francés, persa, moderno, incaico, y también inspirados en diseños de culturas aborígenes de la región.

 Dulces regionales:

 Numerosas familias catamarqueñas se dedican a la elaboración artesanal de dulce de membrillo. Además, frutas, como lima, ciruela, cayote, tuna, naranja, durazno se convierten en arropes, mermeladas, dulces en fibras y dulces en pan. Cabe destacar también la producción de miel, que sobre todo en la región oeste se encuentra en franco crecimiento.

 Catamarca agropecuaria

 La actividad agropecuaria en la provincia de Catamarca generó un valor anual aproximado de $155.978.608, según se desprende del Producto Bruto Geográfico (a valores corrientes) en el año 2003. Este dato representa un incremento de más de 89 millones de pesos respecto del 2000, constituyéndose en uno de los sectores que más creció después de la minería y la industria.

 A pesar de las transformaciones y potencialidades que demostraron la agricultura y la ganadería local, éstas no alcanzaron todavía una participación significativa en términos de valores en el contexto de la economía provincial.

 En los últimos quince años, se sumó al escenario catamarqueño tradicional un importante flujo de inversiones con grandes extensiones y avanzada tecnología. Olivo, algodón, nogal, trigo, maíz, soja, citrus y vid encabezan la lista de productos de envergadura.

 Catamarca recibió un nuevo impulso para esta actividad a la luz de la Ley de Desarrollo Económico N° 22.702, abriendo la puerta al Régimen de Diferimientos Impositivos. Estos proyectos permitieron configurar un panorama caracterizado por grandes dimensiones territoriales y por la incorporación de alta tecnología. Así, las leyes promocionales permitieron la radicación de nuevos capitales para el sector y ello posibilitó ampliar la frontera agropecuaria en más de 340.000 hectáreas. Los principales emprendimientos se radicaron en los departamentos de Capayán, Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú, Paclín, Capital, Pomán, Santa Rosa, La Paz, Ambato, Santa María y Tinogasta.

 Además de este importante perfil de empresas, no puede dejar de mencionarse que la provincia cuenta con una larga historia en la actividad agropecuaria y ello involucra hoy a más de 10.000 familias a lo largo y ancho del territorio. Son frutos de este segmento tradicional los citrus de Capayán, el nogal de Londres y Pomán, la vid de Tinogasta, pimiento para pimentón de Santa María, la horticultura de las Colonias del Valle, la ganadería del Valle Central, el sector caprino de La Paz, entre otras producciones.

 Olivo

 La producción olivícola se constituye en líder indiscutido del sector, registrando en el 2003 un valor de $59.578.309. Ello representa un incremento de más de 50 millones de pesos en relación con el año 2000.

 Las áreas dedicadas a la actividad están concentradas en Pomán y el Valle Central, conformado por los departamentos Valle Viejo, Capital, Capayán, Fray Mamerto Esquiú y Paclín.

 Las condiciones ambientales han demostrado una adecuada capacidad para el cultivo, especialmente en la región central y oeste. Las variedades más difundidas para conserva son Arauco, Manzanilla Española y Manzanilla real. En tanto, para aceite se destacan la Arbequina, Manzanillla Chica, Frantoio, Picual y Empeltre.

 Esta producción permitió la incorporación de proyectos de industrialización que, han otorgado a Catamarca un reconocimiento en los mercados nacional e internacional. Los anuncios oficiales estiman que la provincia se convertirá en la primera productora de olivo del país y, según datos proporcionados por las mismas empresas, el 80% de lo obtenido será destinado a la fabricación de aceites. El Estado provincial calificó a este producto como uno de los sectores estratégicos para el desarrollo de la economía provincial. De esta manera, en el 2005 se realizó la Expolivo, donde confluyeron los principales productores de olivo, como así también los proveedores de insumos agropecuarios, máquinas y transferencia tecnológica. Asimismo, se lanzó ese mismo año del Foro Olivícola, conformado por los principales protagonistas del sector.

 También se concretó en los últimos meses la radicación de tres nuevas industrias aceiteras (Huaycama, La Luna de Catamarca y Cerro Guacho) y la ampliación de su planta de procesamiento de Olivares de Pomán, con una inversión de $7.000.000 y un incremento de capacidad de producción y almacenamiento de 1.910.000 litros/anuales. Estas inversiones generará un impacto económico por la venta del aceite, por un valor estimado en $20.000.000.

 Vid

 Un salto interesante registró la producción de vid en los últimos cinco años. Así, en el 2003 obtuvo un valor de $29.777.480, experimentando un incremento de más de 28 millones de pesos con relación a lo producido en el 2000.

 La actividad vitivinícola se localiza principalmente en los departamentos del oeste provincial, específicamente en Tinogasta. Las condiciones climáticas y edáficas son adecuadas: suelos arenosos, profundos y con presencia de canto rodado. La escasez de lluvias en la zona productora –100 a 150 mm anuales- obliga la aplicación de riego complementario.

 La variedad más aptas para la producción de vinos blancos es la Torrontés y se ha logrado con altos rendimientos. Como respuesta a los cambios de mercado, que tienden a privilegiar los vinos finos tintos, actualmente se desarrolla un proceso de reconversión hacia variedades como Cabernet Sauvignon, Malbec Merlot y Syrah. En el 2005 se conformó la Cámara de Bodegueros de Tinogasta y Catamarca se integró al Directorio de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), organismo que tiene a su cargo el plan de promoción de vinos argentinos.

Los productores locales participaron con sus vinos en eventos de gran envergadura, como London Wine & Fair, Vinos y Bodegas 2005, entre otros.

 Tabaco

 La actividad tabacalera concentra alrededor de 300 productores, según el último registro realizado en el 2005. La actividad se localiza en los departamentos de Santa Rosa, Fray Mamerto Esquiú y las Colonias del Valle Central. En la última cosecha se obtuvo una producción récord, con 1.572.000 kg de tabaco, con un incremento del 70% respecto a la campaña anterior. Uno de los logros del sector fue mejorar las condiciones de calidad y, con ello, se obtuvo un mejor precio en la última campaña.

 Ganadería

 En la actividad ganadera se destaca la cría de bovinos, particularmente en la región Este de la provincia, que es la que presenta mayores posibilidades para la producción de carnes. En esta área se realiza la implantación de pasturas en la primavera y el cultivo de granos bajo régimen de secano. Las razas con mayores perspectivas de adaptación son la Brangus y la Bradford.

 Los camélidos han generado interesantes proyectos productivos. Las zonas más aptas se encuentran en la zona oeste de la provincia y las especies con mayores posibilidades de desarrollo son la llama y la vicuña. El principal destino es la obtención de fibra para la confección de tejidos artesanales. Las provincias del NOA han sido beneficiadas por una disposición de la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna que levantó la prohibición de comercializar la fibra en el mercado internacional. A su vez, esto permite la obtención de créditos para el desarrollo de la actividad.

 Prácticamente todo el territorio tiene condiciones para la cría de cabras y se registran algunas experiencias de mejora de razas, logrando con ello mejores rindes. La cría de caprinos tiene como principal destino la obtención de subproductos como leche y quesos, para los cuales Catamarca ha ganado su espacio en cadenas de comercialización del ámbito nacional. Los tambos caprinos se concentran en Belén, Capayán, Fray Mamerto Esquiú, Paclìn y Santa Rosa.



lunes, 18 de junio de 2012

Arte y Cultura

La provincia de Catamarca se inserta en un marco cultural que se generaliza al NOA dado sus características étnicas, sociales y geográficas. Sin embargo, posee particularismos que la definen, como algunas formas de expresión de sus prácticas culturales. Éstas son las que provocan una sensación de identidad diferenciada que genera cohesión y noción de pertenencia en los habitantes del territorio.

La provincia está signada por una fuerte herencia aborigen que se conjuga con el pasado colonial para conformar la rica tradición local. Ésta se materializa en los productos y en las prácticas de los artesanos, en los rituales paganos hacia la Pachamama, o en los misa chico. Cuenta la antropóloga Cynthia Pizarro, que en Antofagasta de la Sierra aun se ofrendan a la madre tierra los resabios de la comida. El ritual consiste en arrojar al suelo de las cocinas los restos de los alimentos, mientras se repite como en secreto un rezo en su honor.

Las características de las prácticas culturales no son exclusivas de Catamarca, sino que forman parte de los particularismos del noroeste argentino. Es bastante difícil emprender la misión de detallar la diferencia implícita que divide cada región. Sobre todo si se tiene en cuenta que la identidad no entiende de fronteras con tanta exactitud

Son muchos los productos culturales que en la sociedad catamarqueña se can como propios. Esa manera peculiar de hacer las empanadas, el pan, las comidas telúricas, y hasta la forma de conservar los alimentos en algunos lugares del interior, marcan una diferencia. Desde el folklore se escribieron canciones que describen de forma sentida y exacta la vida del interior de la provincia, las contrastadas apariencias de los paisajes y las sensaciones que provoca.

La música tiene la grata singularidad de acercar con su canto sensaciones lejanas. Enseña de la vida y de las penas de seres distantes, pero unidos por lazos de hermandad.  La Vidala nació de las montañas como un lamento ancestral. Es un canto llorado a los vientos y a los ecos de las quebradas, con una temática que describe el amor, el olvido, la frustración, el paisaje y la religión. Esa nostalgia trascendió las fronteras y se insertó como la representación de esta parte del noroeste y, aunque un poco olvidada, algunos grupos se encargan de transmitirla

El noroeste es un ámbito cultural que tiene componentes homogéneos y

Está vertebrado con un fundamento étnico y social. La religiosidad del pueblo se manifiesta en las tradicionales peregrinaciones que congrega la Virgen del Valle. Estas enormes manifestaciones de fervor mariano entusiasman a promesantes que llegan hasta la provincia proveniente de todas las latitudes.

La cultura es algo que se aprehende y se trasmite. Las creencias, los valores y las tradiciones no vienen dados biológicamente a la sociedad ni a sus habitantes, sino que se generan con el transcurso de los años. Por supuesto que estas construcciones no son hechos fortuitos, sino que están determinados por las circunstancias coyunturales de cada proceso histórico y por las características geográficas de la zona

Esto queda manifiesto en Catamarca en la materia prima de las artesanías que depende, justamente, de este condicionante. Desde aquí se ofrece, por ejemplo, una variedad de artículos labrados en rodocrosita, piedra semipreciosa extraída de las minas de la región oeste y casi única en mundo. Los coloridos tejidos que ostentan las artesanías de la zona son confeccionados con lanas de vicuña, llama y oveja, animales típicos de la región. La creatividad y las formas de trabajar de los artesanos provienen de una antigua tradición que queda plasmada en sus obras. Todas estas formas de expresarse transmiten las costumbres y la cultura del lugar. Según la explicación de la licenciada en antropología Cynthia Pizarro, esas características son producto de una constante articulación entre elementos con sentidos locales y globales que les sirven para interpretar al mundo y orientar su acción.




domingo, 17 de junio de 2012

Leyendas


La Leyenda - se ha dicho - es el eslabón que une la prehistoria con la Historia misma. Y en verdad, la historia del hombre en su período nebuloso no es más que una sucesión de leyendas.

Cada vez que el ser humano se encontró ante enigmas indescifrables o simplemente ante hechos inexplicables, buscó en la fantasía el origen y desenlace del enigma, de acuerdo a su sensibilidad, psicología y mentalidad. La mente tiene la facultad de reaccionar en idéntica forma ante lo incognoscible. Por eso la leyenda, que es la reacción del hombre ante lo inexplicable, tiene semejanzas en distintas latitudes. La universalidad de muchas leyendas tiene en esto, y en la unidad del género humano, su lógica explicación. Y como abarca todos los aspectos de la vida: amor, luchas, muerte, origen, fin, etc., constituye un valioso auxiliar de la Historia. Joaquín V. González ha dicho que la leyenda, desentraña muchos aspectos del espíritu humano que la Historia no pudo descubrir. Representa también, como todos los impulsos míticos, el esfuerzo del hombre por elevarse a los sobrenaturales, magnificando hechos reales o fantásticos, para crear una vida distinta de la vida material, tan pobre en espíritu y poesía.

Madre del Remanso

Para evitar que los niños tiren piedras en los pozos de agua, se les cuenta que un fantasma maléfico vive en el fondo de los remansos y que se enfurece cuando lo molestan. Otros dicen que es una mujer muy bella, que continuamente peina su cabellera, mirándose en el reflejo del agua. Cuando alguien intenta bañarse en el remanso, lo sumerge para siempre.
Las Salamancas de Catamarca
Se afirma que en la zona norte hay un hueco profundo con una puerta de entrada. Sólo desnudo es posible atravesarla. Un cuervo negro es el que guía al visitante, siempre y cuando éste cumpla con algunos requisitos, como beber sangre de chancho salvaje y orina de sapo. A los pocos pasos, una enorme serpiente se le enrosca de los pies a la cabeza. Si el visitante ha presumido de hereje, pero no ha renegado realmente de su fe, el colmillo de la serpiente lo enviará de inmediato al mundo de los muertos. Si ha renegado verdaderamente, la serpiente se desenroscará. Más adelante le espera un recinto lleno de hombres y mujeres que bailan al compás de una música agradable y atrayente. Más allá se abren inmensos patios llenos de bellísimas flores, pájaros multicolores y tentaciones imposibles de resistir. En otros lados existen otras salamancas, dónde es posible aprender el arte de las brujas. En su interior, después de pasar duras pruebas, como trepar a un árbol sacudido por la peor de las tormentas o montar a un chivo enloquecido, las aprendices comienzan sus estudios. También el maligno puede instigar a las brujas a arrojarse a un pozo, en cuyas aguas deben nadar días y noches, mientras desde lo alto, éste intenta hundirlas con una rama pelada de un álamo. La noche en que la luna llena se instala en lo alto del cielo y coincide justo con la boca del pozo es, sin duda, la noche definitiva. Las aspirantes a brujas que aún se mantienen a flote, ya son brujas como el Diablo manda, y salen del pozo para realizar la mayor cantidad de maldades posibles.


La montaña del Alma Diaguita
Se dice que en los faldeos del Volcán Ojos del Salado hay una gran mina de oro que explotaban los Incas. Al producirse la opresión española se levantaron los diaguitas, con el consecuente exterminio de éstos. En represalia el coloso de los Andes se enfurece y se agita cuando se atreven a tocarlo, convirtiéndose en el guardián de los espíritus de los Incas y los Diaguitas. Mientras éstos aguardan la hora de la emancipación de la raza andina. Aquellos que se atrevieron a recuperar pepitas de oro del lugar, sucumbieron perseguidos por el viento blanco y la tormenta de nieve.

La leyenda de la Laguna del Tesoro

Una de las leyendas más conocidas de la provincia de Catamarca es la que hace referencia a una laguna que está ubicada en el distrito Aconquija, departamento Andalgalá y que recibe el nombre de Laguna del Tesoro. Cuentan que en épocas del imperio incaico llegó la noticia del apresamiento de Atahualpa, último inca y que se reclamaba de todo el imperio, el aporte de riquezas para salvar la vida del emperador incaico.
                
Los habitantes de la zona de Andalgalá, y más precisamente los establecidos  en el Pucará, redujeron el oro e hicieron una magnífica cadena de varios metros de largo. Cada eslabón del grosor del puño de un hombre.
 Con esta preciosa carga, salieron rumbo al centro imperial, por uno de los caminos del inca, el que atravesaba la selva. La comitiva llegó hasta una laguna, donde se anoticiaron del ajusticiamiento de Atahualpa, Allí mismo decidieron arrojar a las aguas de ésta, su presente más otras riquezas. Y desde ese momento quedó el nombre de " Laguna del Tesoro", como hoy se conoce a la paradisíaca laguna, situada al pie del nevado de Aconquija, en límite de las provincias de Catamarca y Tucumán